
Alabama vivió un fin de semana inolvidable, cuando cientos de personas se sumergieron en las aguas de un lago para sellar públicamente su decisión de seguir a Cristo.
Un total de 882 personas —entre ellas niños, jóvenes y adultos mayores— fueron bautizadas en un evento organizado por el ministerio de la evangelista Kayla Gabbard, bajo el lema “Encuéntrame en el agua”. La jornada, marcada por una profunda carga espiritual, atrajo a miles de personas que se reunieron a la orilla de un pintoresco lago del estado sureño para ser testigos de un movimiento de fe sin precedentes en la región.
A pesar de la inestabilidad del clima —con lluvias intermitentes durante el segundo día— la respuesta de los asistentes fue masiva y decidida. Lejos de desanimarse, muchos caminaron bajo la lluvia con una sola intención: ser bautizados y proclamar su nueva vida en Cristo.
Un mover espiritual en medio del paisaje natural
El entorno natural, sereno y majestuoso, sirvió de escenario para un evento cargado de simbolismo. Mientras el equipo misionero compartía el mensaje del Evangelio, los rostros de los asistentes reflejaban atención, emoción y esperanza. Las palabras pronunciadas desde la plataforma improvisada al borde del lago resonaron con fuerza entre la multitud.
“Seguir a Jesús no garantiza que todo será fácil”, expresó uno de los líderes. “Serás criticado, enfrentarás pruebas, pero tenemos una razón más grande para vivir. Cristo lo vale todo”. Esta declaración fue recibida con aplausos y lágrimas por muchos de los presentes, que poco después caminaron hacia el agua para ser bautizados.

Una decisión que transforma vidas
Entre los testimonios que se compartieron durante el evento, sobresale el de un joven que, con la voz entrecortada, declaró frente a las cámaras del ministerio: “Jesús me cambió la vida. Ya no soy la misma persona que era hace un año. Hoy sé que estoy donde debo estar, y no volveré atrás”.
Cada persona que pasó por las aguas recibió un certificado de bautismo, no como un simple documento, sino como símbolo tangible de una transformación interior. Para muchos, ese pequeño papel representa un antes y un después, una decisión consciente de empezar una nueva vida con propósito.
El impacto del ministerio de Kayla Gabbard
El evento fue organizado por el ministerio que lidera la evangelista Kayla Gabbard, conocido por su énfasis en la restauración, la libertad espiritual y el discipulado. En los últimos años, este ministerio ha impactado numerosas comunidades en Estados Unidos, combinando la predicación con acciones concretas de ayuda y acompañamiento pastoral.
La propia Kayla, conocida por su estilo directo y su compromiso con la verdad bíblica, compartió mensajes durante el evento, invitando a las personas a reconciliarse con Dios, dejar atrás el pasado y abrazar una vida de fe auténtica.
Fe que trasciende el momento
Más allá de los números, los líderes del evento insisten en que lo ocurrido el fin de semana no fue una simple actividad religiosa, sino el inicio de un proceso de transformación que continuará en las comunidades. “El agua es solo el comienzo. Lo importante es lo que viene después: caminar con Jesús todos los días, aún en las tormentas”, concluyeron.
Este evento no solo dejó una imagen poderosa en el corazón de los asistentes, sino que también se convirtió en una declaración pública de que la fe sigue viva, activa y transformadora en medio del mundo moderno.