American Idol celebra la Pascua con un homenaje a Jesucristo en horario estelar

American Idol celebra la Pascua con un homenaje a Jesucristo en horario estelar

La televisión estadounidense vivió una noche inusual, poderosa y profundamente espiritual el Domingo de Pascua. Uno de los escenarios más populares del entretenimiento, el de American Idol, fue transformado en un altar de adoración con un especial de tres horas titulado «Canciones de Fe», donde el nombre de Jesús fue el verdadero protagonista.

Desde el inicio, la velada se cargó de una atmósfera reverente. Lionel Richie abrió el especial con su tema “Eternity”, una pieza que rinde homenaje a la trascendencia de lo divino. Lo siguió Canaan James Hill, un joven de apenas 17 años con corazón de predicador, quien conmovió a los jueces con una poderosa interpretación de “Better Days”, transmitiendo esperanza con una madurez espiritual que sorprendió a todos.

Hill ya había dejado una marca en las audiciones al interpretar “I Need Your Glory”, una adoración profunda que le valió uno de los codiciados boletos platino, permitiéndole avanzar directamente en la competencia. “Lo que escuché fue tan espectacular que es difícil describirlo”, expresó Richie conmovido.

La noche avanzó con momentos inolvidables, como la colaboración entre Brandon Lake y Jelly Roll en el tema “Hard Fought Hallelujah”. La canción, nacida del dolor y la redención, fue más que una actuación: fue un testimonio cantado. “He estado esperando este momento. Es un honor estar aquí, adorando a Dios en este lugar”, declaró Lake. Jelly Roll, por su parte, confesó que la canción le tocó el alma y que su mensaje de victoria tras la lucha resonará en su hogar durante años.

La icónica cantante de góspel CeCe Winans también tuvo una aparición destacada al interpretar “Come Jesus Come” junto al exconcursante Roman Collins. Su presentación, cargada de unción, llevó a muchos a las lágrimas, incluyendo a la ex jueza Katy Perry. “Esto fue más que música; fue un momento del Espíritu Santo”, escribió un fanático en redes sociales.

American Idol no solo permitió que los concursantes expresaran su fe en el escenario, sino que también reveló que tras bastidores el ambiente era igualmente espiritual. La concursante Thunderstorm Artis relató que, sin planearlo, comenzaron a cantar alabanzas espontáneamente. “El Espíritu del Señor estaba presente”, aseguró. Ella, junto con otros participantes, destacó la presencia de muchos cristianos dentro del equipo de producción.

Carrie Underwood cerró la noche con una interpretación sublime de “How Great Thou Art”, el himno eterno que reconoce la grandeza de Dios. La canción, incluida en su álbum My Savior, fue el broche de oro de una noche en la que millones de televidentes no solo vieron un show, sino una celebración pública de fe.

Simon Lythgoe, cocreador del programa, celebró el especial pascual como “un testimonio de que en la cima del entretenimiento, Jesús aún puede ser exaltado”.

En una época donde lo espiritual muchas veces es desplazado por lo superficial, American Idol sorprendió al mundo al usar su plataforma no para entretener, sino para proclamar: ¡Cristo vive!

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