La Sociedad de Caballeros Soldados de Jesucristo Celebra su Quinto Aniversario

Con gran emoción y fe, la Sociedad de Caballeros Soldados de Jesucristo de la Iglesia de Cristo Redimidos por Su Sangre celebró su quinto aniversario el pasado 26 y 27 de abril, en las instalaciones del templo ubicado en Santa Catarina Pinula.

Con gran emoción y fe, la Sociedad de Caballeros Soldados de Jesucristo de la Iglesia de Cristo Redimidos por Su Sangre celebró su quinto aniversario el pasado 26 y 27 de abril, en las instalaciones del templo ubicado en Santa Catarina Pinula. Esta celebración estuvo marcada por un ambiente lleno de gratitud, unidad y una profunda espiritualidad que renovó el compromiso de los asistentes con la obra del Señor.

Cinco años de dedicación, servicio y compromiso fueron recordados con alegría por los caballeros, sus familias y toda la congregación. El hermano Marcio Blanco, presidente de la Sociedad, expresó palabras de agradecimiento a Dios por Su fidelidad y bendición durante este tiempo. En su mensaje, alentó a todos a mantenerse firmes en su llamado a ser soldados valientes en Cristo, conscientes de la importancia de su misión.

Una de las partes más especiales de esta celebración fue la visita del evangelista Wilder Morran, quien, guiado por el Espíritu Santo, compartió un mensaje poderoso que tocó los corazones de todos los presentes. Su intervención fue un recordatorio de la perseverancia, la fe inquebrantable y la obediencia al propósito divino que cada uno debe abrazar.

El pastor general, José Luis García, también ofreció palabras de bendición y exhortación a la congregación, instándolos a caminar con valentía y fidelidad en el camino del Señor, manteniendo siempre su mirada puesta en el propósito celestial.

Durante la celebración, se vivieron momentos de profunda adoración, testimonios conmovedores y la presencia tangible de Dios, lo que permitió renovar el compromiso de todos de seguir avanzando con firmeza en la gracia y el amor divinos. Este quinto aniversario fue, sin lugar a dudas, un tiempo de gloria, en el que el nombre de Cristo fue exaltado por encima de todo.

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