En el evangelio de Mateo 5:10 dice: “Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos”.

En este tiempo es notorio la persecución que enfrentan los cristianos en América Latina, la cual cada vez es mayor por su fe en Jesús, principalmente por parte de regímenes comunistas, cárteles de la droga y pandillas brutales, según instituciones encargadas de investigar este tipo de acontecimientos.

De acuerdo con las indagaciones, miles de creyentes, especialmente en Cuba, Haití, Nicaragua y México, están atrapados en un ciclo de intimidación y violencia.

Cuba

En el país existe un régimen comunista, el cual mantiene un estricto control sobre las instituciones religiosas, a las que se les exige registrarse en la Oficina de Asuntos Religiosos (ORA) para poder reunirse.

Las personas asociadas con organizaciones religiosas no registradas se consideran delincuentes y están sujeta a acoso y posible detención.

Nicaragua

El régimen comunista de Nicaragua, país gobernado por Daniel Ortega, es considerada una amenaza a cualquier grupo o individuo que no demuestre total lealtad a su poder.

De acuerdo con el informe anual de la USCIRF, solo entre el 26 y 31 de diciembre del 2023, el Gobierno nicaragüense arrestó arbitrariamente a muchos clérigos, principalmente aquellos que criticaban la libertad religiosa y las condiciones de derechos humanos.

México

En este país enfrentan amenazas persistentes de los cárteles de la droga que continúan desafiando la autoridad del Gobierno.

Los cristianos que se oponen a las actividades ilegales de los cárteles en el país son vistos como una amenaza y se convierten en objetivos de estas organizaciones. A medida que los cárteles ganan fuerzas y las autoridades mexicanas pierden terreno, los cristianos siguen siendo vulnerables.

Haití

Los cárteles y las pandillas se han apoderado del estado, lo que dificulta que los cristianos practiquen su fe sin temor a quedar atrapados en el fuego cruzado de estos grupos criminales.

El Gobierno haitiano se ha vuelto cada vez más corrupto y dependiente de las pandillas para hacer cumplir la ley, sumiendo al país en el caos en los últimos meses.