Durante un ataque ruso a Ucrania, un cristiano tuvo la oportunidad de calmar a los niños en un refugio y compartir la palabra de Dios.
Se trata de Anatoliy Raychynets, secretario general adjunto de la Sociedad Bíblica Ucraniana. Mientras los misiles rusos caían sobre Kiev, Anatoliy llevó a su hijo Georgy de 7 años, a un refugio antiaéreo. Ahí colocó al pequeño junto a un muro de hormigón.
Varios niños se despertaron con el ruido entre ellos Georgy quien preguntó: “Papá ¿hay cohetes otra vez? ¿Por qué Dios no responde nuestras oraciones para que termine la guerra?
Anatoliy habló con los niños y les relató la historia de Simeón descrita en el evangelio de Lucas capítulo 2 versículos del 25 al 33, quien esperó la promesa de Dios de que no moriría hasta ver al Mesías con sus propios ojos.
Anatoliy al compartir la historia con los niños que se encontraban en el refugio, afirmó que este pasaje bíblico es un recordatorio de que el Señor Jesucristo siempre cumple sus promesas.
“A veces solo tenemos que esperar pacientemente y confiar en Él”, dijo Anatoliy mientras continuaban las explosiones fuera del refugio.
“si este conflicto terminará y cuándo, solo Dios lo sabe. Pero una cosa es segura: Ucrania necesitará nuestras oraciones curativas durante muchos años” añadió.