Desde su establecimiento en 2017, Casa Tabito se ha dedicado a erradicar la desnutrición infantil en las áreas rurales de Guatemala, siendo un faro de esperanza para muchas familias

La asociación surgió gracias al compromiso de Jeff y Karlie Ruiter, quienes, después de un viaje misionero a Guatemala, decidieron seguir el llamado de Dios para servir a la comunidad de El Rosario, Chimaltenango.

El comienzo de una misión de amor

La historia de Casa Tabito comenzó con un viaje de Jeff y Karlie Ruiter, una pareja de Colorado, Estados Unidos. Karlie, enfermera de emergencias, y Jeff, trabajador de la construcción, llegaron a Guatemala en 2017 para apoyar a los misioneros George y Vonda Sisneros. Durante su estadía, visitaron hogares, oraron por familias y se dieron cuenta de la urgente necesidad de ayuda en la comunidad, especialmente ante la desnutrición y la elevada mortalidad infantil.

Fue entonces cuando Dios puso en sus corazones la misión de hacer más. Después de mucha oración, tomaron la valiente decisión de mudarse permanentemente a Guatemala para establecer un programa que abordara estas necesidades críticas. Así nació Casa Tabito.

El nombre “Casa Tabito” proviene de una experiencia conmovedora. Una madre llegó desesperada con su bebé, que pesaba apenas cinco libras a los tres meses de edad. Tras llevarlo de urgencia al hospital, Jeff y Karlie, junto a un vecino de El Rosario, animaron a la madre a ponerle nombre al niño, inspirados por la historia de Tabita en la Biblia (Hechos 9:36), a quien Pedro resucitó. Hoy, Tabito tiene seis años, sigue creciendo y su historia es un testimonio vivo de la gloria de Dios.

Compromiso integral

Casa Tabito trabaja para reducir la desnutrición infantil y mejorar las condiciones de vida en las comunidades rurales de Chimaltenango. Reciben pacientes referidos por centros de salud de seis aldeas, brindando acceso a intervenciones nutricionales, atención médica pediátrica de calidad, educación sanitaria y mejoras en las condiciones del hogar.

Cuentan con un equipo médico guatemalteco conformado por pediatras, enfermeras, fisioterapeutas y psicólogos, quienes desarrollan un plan integral para cada bebé que ingresa al programa de rehabilitación, el cual incluye chequeos semanales, fisioterapia y, en algunos casos, colaboración con otras organizaciones para intervenciones quirúrgicas.

Su enfoque no solo se limita a la recuperación física; también ofrecen educación y apoyo espiritual a las madres. Cada semana, realizan estudios bíblicos para discipularlas, compartiendo el Evangelio y recordándoles que Dios tiene un propósito para cada vida. Además, mejoran la infraestructura de los hogares entregando filtros de agua y estufas ecológicas, y colaboran en la construcción de viviendas dignas para las familias más necesitadas.

Apoyando su misión

El financiamiento de Casa Tabito proviene de eventos anuales como el Concierto Navideño, en colaboración con su iglesia local en Loveland, Colorado. También cuentan con el apoyo de padrinos que contribuyen al bienestar de los bebés en el programa y donantes privados que aseguran que el 100 % de las donaciones públicas se destinen directamente a los programas de atención infantil en Guatemala.

Si deseas ser parte de este esfuerzo para transformar vidas y erradicar la desnutrición infantil en Guatemala, visita su página web https://casatabito.org/. Allí encontrará información sobre su misión, programas y formas específicas de apoyo.

Casa Tabito sigue adelante con la fe de que, en cada acto de amor y compasión, están cumpliendo el propósito de Dios.

Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz

Jeremías 29:7