Este jueves será inaugurada la estatua de Billy Graham en el Salón de las Estatuas del Capitolio de Estados Unidos. A la ceremonia asistirán el músico Michael W. Smith, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson -republicano por Luisiana- y otros representantes del Congreso. Estará ocupando su lugar entre otros 200 estadounidenses reconocidos por su aportación a la nación.

De acuerdo con la información proporcionada, la escultura de bronce ha sido diseñada por un artista de Charlotte, Carolina del Norte, lugar de nacimiento de Graham.

Tendrá dos metros de altura y lo representará señalando una Biblia abierta en su mano, como símbolo del trabajo de su vida. En el pedestal estarán grabados los versículos de Juan 3:16 y 14:6. Graham será proclamado como un «Predicador del Evangelio de Jesucristo».

El Salón Nacional de Estatuas se estableció en 1864 para que los Estados conmemoraran a sus ciudadanos notables. El Congreso aprobó una resolución en 1933 para limitar a dos estatuas por cada Estado, al llenarse el salón.

Billy Graham

William Franklin Graham Jr. nació en Charlotte, Carolina del Norte el 7 de noviembre de 1918 y falleció el 21 de febrero de 2018.

A lo largo de su ministerio, que abarcó ocho décadas, Graham asesoró a 12 presidentes de Estados Unidos y predicó en directo a casi 215 millones de personas s lo largo de 185 países, más que nadie en la historia.

En su último mensaje a los estadounidenses con motivo de su 95 cumpleaños en 2013, Graham expresó su dolor por el estado espiritual de los Estados Unidos, diciendo: «Ha habido momentos en los que he llorado, mientras iba de ciudad en ciudad y he visto lo lejos que la gente se ha alejado de Dios».

El hijo de Graham, Franklin Graham, presidente y director ejecutivo de la Asociación Evangelística Billy Graham y Samaritan’s Purse, expresó su gratitud por el honor mostrado hacia su padre.

«Este es un gran honor y mi padre se sentiría honrado y agradecido», dijo Graham. «Al mismo tiempo, no querría que la atención se centrara en sí mismo, sino en el Hijo de Dios, el Señor Jesucristo».