LEVÁNTATE GUATE 2026: CLAMOR DE PAZ

Levántate Guate 2026 nació como un llamado urgente, no desde estructuras religiosas ni intereses institucionales, sino desde el profundo cansancio espiritual de un país herido. En su presentación oficial, líderes cristianos de múltiples denominaciones se reunieron bajo una misma convicción: Guatemala necesita volver a doblar rodillas.

Levántate Guate 2026 nació como un llamado urgente, no desde estructuras religiosas ni intereses institucionales, sino desde el profundo cansancio espiritual de un país herido. En su presentación oficial, líderes cristianos de múltiples denominaciones se reunieron bajo una misma convicción: Guatemala necesita volver a doblar rodillas.

No solo para pedir paz, sino para reconocer que sin la intervención de Dios no habrá
transformación real. El ambiente del encuentro estuvo marcado por humildad, quebranto y esperanza, como si el Espíritu Santo recordara a todos que la oración del justo sigue teniendo poder para cambiar la historia.
La visión para el 2026 es clara: 21 días de ayuno y oración, del 11 al 31 de enero, con cuatro convocatorias diarias —6:00, 12:00, 18:00 y 20:00— uniendo a miles de creyentes en un solo clamor. Durante esos días, Guatemala será levantada simbólicamente en oración desde hogares, iglesias, plazas, instituciones y una Casa de Oración que funcionará como corazón espiritual del país.

Cada turno será guiado por equipos comprometidos, no para repetir palabras vacías, sino para interceder por la sanidad de la nación, por la restauración de las familias, por el quebrantamiento de estructuras de violencia y por un despertar espiritual que supere diferencias denominacionales.
La campaña gráfica que acompañará el movimiento no es un simple recurso visual:
son declaraciones proféticas expuestas en las calles. “Jesucristo, venga tu reino de
paz sobre Guatemala”, “Padre nuestro, llena de paz nuestros corazones”, “Dios de
paz, líbranos de la violencia”. Cada frase busca activar el espíritu de quienes la vean,
recordándoles que aún en medio del caos, Dios está llamando a Su pueblo a
interceder. El propósito es profundo: que cada mirada se convierta en oración.


El desafío espiritual incluye además un acto sencillo pero poderoso: un minuto diario
de oración del 1 al 31 de enero. Un minuto que, multiplicado por miles, puede
convertirse en un clamor que toque el cielo. A esto se suma la convocatoria para que
líderes y ministerios registren equipos de intercesores —entre 7 y 10 personas— que
sostendrán los turnos virtuales. No es activismo religioso, es guerra espiritual. No es
programación, es intercesión por un país que necesita liberación, dirección divina y
un derramamiento fresco de paz.


La invitación final es clara: Cristo es nuestra paz. No los gobiernos, no los programas, no las estrategias humanas. Levántate Guate 2026 no pretende ser un evento más, sino un movimiento espiritual que busca despertar la fe dormida, unir al cuerpo de Cristo y levantar un escudo de oración alrededor de Guatemala. En un país donde el dolor se ha vuelto cotidiano, esta convocatoria nos recuerda que la paz no solo se pide: se pelea en oración y se conquista de rodillas.

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