Guatemala ocupa el primer lugar a nivel latinoamericano como el país que menos basura produce según un estudio realizado recientemente por el Banco Mundial (BM) titulado: What a Waste 2.0: A Global Snapshot of Solid Waste Management to 2050 (Los desechos 2.0: Un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050).
Según el estudio, en Guatemala cada persona genera 0.47 kg, un poco más de una libra de desechos al día, seguidos de Bolivia, Honduras, Cuba y Perú.
Actualmente, en los países cuyo idioma oficial es el español o portugués se calcula que se producen más de 2 libras de desechos por persona al día, lo que supera el promedio mundial fijado en 1.63 libras. Tan solo para 2016 la región de Latinoamérica generó 231 millones de toneladas de residuos. La mayor cantidad de desechos se producen debido al aumento de las poblaciones en áreas pequeñas, además del incremento de las actividades comerciales y el turismo.
De acuerdo con Carlos Sandoval, director de Comunicación Social de la Municipalidad de Guatemala, en la ciudad se generan 3 mil 200 toneladas de desechos sólidos (basura) de las cuales el 70% son desechos orgánicos y el otro 30% son desechos reciclables. Estos provienen de las 22 zonas y los 14 municipios aledaños que posee la ciudad de Guatemala.
Alrededor de 550 camiones proveen el servicio de recolección de basura a una gran mayoría de los hogares ubicados en la ciudad y municipios aledaños. Esto se debe en gran parte a los esfuerzos de iniciativas privadas y municipales por tomar medidas y ejercer el debido control en la recolección de estos desechos. No obstante, aún queda un gran porcentaje de hogares que aún no cuenta con este servicio.
Muchos de los residuos que se producen en la capital son desechos orgánicos, y luego se recolectan materiales reciclables que tienen un gran potencial de ser reutilizados como: papel, cartón, plástico, textil, vidrio, madera, hojas, metal, piedra, caucho, tierra y cenizas.
Reciclaje
Los expertos prevén que la producción de desechos aumente en un 70% durante las próximas tres décadas en todo el planeta, por ello las gestiones de reciclaje son vitales, aunque según el estudio del Banco Mundial, la región latinoamericana es la que menos recicla.
Según los datos del Banco Mundial, esta es la región que menos recicla del mundo: tan solo un 4.5% de su basura (el promedio del planeta es del 13,5%).
En Guatemala, la labor del reciclaje recae en el sector informal. Los «guajeros» o recolectores de basura son los que se encargan de separar la basura y llevar los deshechos a plantas recicladoras para obtener ingresos adicionales. Son muy pocas las viviendas que separan la basura.
Con base en esos datos, el Atlas de residuos determina que cada guatemalteco -de 17 millones- genera un promedio de 480 libras de basura al año.
Contaminación
Se puede definir como contaminación a cualquier modificación en las condiciones del entorno introducida por la acción humana, por la cual se transforma su estado natural, y, generalmente resulta dañada.
Sin embargo, son las personas en todo su conjunto quienes generan la contaminación en todos sus ámbitos en los que se desenvuelve comenta Julia Flores Educadora Ambiental de la Dirección de Formación y participación Social del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales -MARN-
«En nuestras actividades cotidianas todas las personas generamos residuos sólidos, líquidos y gaseosos que tienen un impacto en el entorno. Lo que debemos hacer es elegir el menor impacto posible», remarcó la funcionaria.
«Somos conscientes de los problemas que existen en la gestión de deshechos, no tanto en la materia sino en el manejo de estos» manifiesta Marissa Umaña, Coordinadora de la Comisión de Plásticos de AGEXPORT.
Ninguno de los 340 municipios tiene un relleno sanitario, según el Marn, y esa situación deja vulnerable al país por la contaminación con desechos sólidos que no son tratados.
Ambiente afirma que ninguna comuna trata técnicamente los residuos y desechos sólidos, y solo manejan basureros con algún tipo de clasificación, sin conocimientos técnicos.
La investigadora del Ceur comenta que en la provincia el manejo de la basura es grave. «Muchos de los vertederos surgen de la improvisación y de la necesidad de depositar desechos», manifiesta. El Marn ha recibido 15 proyectos para habilitar rellenos sanitarios en Sololá, San Marcos, Huehuetenango, Baja Verapaz, Jutiapa y Guatemala.
Gestores responsables
Umaña comenta que es importante crear una educación en torno al tema, por ello uno de sus principales ejes es esta área. «Trabajamos en la educación, coordinamos con maestros y directores como agentes multiplicadores», enfatiza la profesional, quien a la vez señala que se coordina la concientización en las alcaldías en el tema de gestión de deshechos en la ruta de mejorar los sistemas, así como en el tema preventivo y la alianza con empresas recicladoras.
Flores del MARN, subrayó que actualmente se está convirtiendo en una tendencia asumir retos para disminuir la contaminación generada por las actividades humanas. «Un ejemplo claro es el plan establecido por la Municipalidad de San Pedro la Laguna, que está siendo emulado por otras municipalidades, para la reducción del consumo de bolsas y pajillas plásticas».
Carballo comenta que existen varias organizaciones que crean conciencia a las poblaciones sobre el problema de la contaminación, así como los diferentes programas con que cuentan las empresas con el fin de mitigar el deterioro ambiental.
Además, recalca que se tiene que trabajar dentro de las comunidades para mejorar la calidad de vida y disminuir la contaminación, la concientización de la población sobre el uso sostenible de todos los productos y servicios, educación sobre reciclaje y reúso de residuos, planificación de desarrollo sostenible en todas las actividades humanas y generación de biocompost.
El ministro de Ambiente Alfonso Alonzo refiere: «La gente no sabe qué hacer con esos desechos y termina tirándola en lugares inadecuados, formando focos de contaminación».
La política que busca regular el tratamiento de desechos sólidos crearía normativas que sancionen a las personas que generen contaminación.
«Debemos hacer cumplir las leyes ambientales. Ya se hizo con la Municipalidad de Guatemala, al pedirle el cierre del vertedero de la zona 3, pero hay que enfocarse en educar a la gente. Por ejemplo, hay personas que prefieren gastar en diversiones y no pagar Q25 por la extracción de basura, y la tiran en la calle», afirmó el funcionario.
La investigadora del Ceur indica que las áreas urbanas son las que generan más contaminación cuando no tratan la basura.
Crisis en el manejo de los desechos
La crisis reciente de recolección de basura en Quetzaltenango, la multa impuesta el 3 de octubre por el Ministerio de Ambiente a la Municipalidad de Antigua Guatemala por falta de estudio de impacto ambiental en el vertedero y la creciente presión hacia la comuna de Guatemala para cerrar el basurero de la zona 3 no son situaciones aisladas.
Los datos del Atlas de residuos registran que Guatemala genera tres millones 95 mil 994 toneladas de desechos, con lo que se convierte en el país que produce más contaminación en Centroamérica.
De la basura que se genera se determinó que el 44 por ciento es orgánica, el 18 por ciento papeles y el 13 por ciento plásticos.
Con base en esos datos, el Atlas de residuos determina que cada guatemalteco -de 17 millones- genera un promedio de 480 libras de basura al año.
Poco control
Los números reflejan una situación poco sana en materia ambiental y de manejo adecuado de desechos. El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marn) reporta que a escala nacional se detectaron 634 vertederos, incluidos los que cuentan con autorización municipal y clandestinos.
La investigadora del Centro de Estudios Urbano y Regionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ceur) Amanda Morán afirma que Guatemala se ha convertido en el país que más basura produce, por no tener leyes claras que regulen el tratamiento de desechos.
«Los desechos es un problema de nación, pero nadie ha querido asumir la responsabilidad de ordenar y crear derechos y obligaciones en este tema. Hay falta de voluntad política, carencia de educación ambiental y falta de compromisos empresariales para tratar de controlar la generación de desechos», enfatiza Morán.
El tratamiento de desechos ha quedado relegado, y muestra de ello es que el Marn no tiene un registro exacto de los vertederos y los procesos de recolección que se efectúan en esos lugares, aseguran expertos.
«Hemos puesto el tema en la mesa de discusión, y se presentó la Política Nacional para la Gestión Integral de los Residuos y Desechos Sólidos, para empezar a incrementar las regulaciones», informa el ministro de Ambiente, Alfonso Alonzo.
A su vez César Barrientos, Ingeniero Civil, Ambiental y Sanitario apunta en un estudio realizado que ni las decisiones políticas de los responsables de la gestión de dichos residuos, tanto domésticos como industriales y especiales, como tampoco la disposición ciudadana de pagar por los servicios requeridos para hacer de su manejo algo adecuado y sostenible, se han logrado establecer de manera valedera.
A su vez, Barrientos explica que este es el caso, también, de la tecnología empleada en los distintos componentes de un sistema integrado de gestión y manejo de los residuos sólidos, según su naturaleza y origen. Muy relacionado con lo antedicho está la asignación presupuestaria reciben las municipalidades por parte de los gobiernos centrales casi nula en este rubro, siendo que, las primeras, son responsables por ley del manejo los residuos sólidos, pero carecen de recursos propios y de suficiente capacidad instalada para esos propósitos en la casi totalidad de los 340 municipios del país.