Pastor Víctor Suchite / La Familia es Prioridad
Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai. Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.
Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo”.
Siendo que Abram y Sarai ya estaban en la tierra prometida, que los años pasaban y el hijo de la promesa no llegaba a causa de la esterilidad de Sarai; ésta le sugirió a su esposo tener un hijo con su esclava o sirvienta egipcia de nombre Agar, pretendiendo ayudar a Dios, para que su hijo llegara de manera legal, constituyéndose en el primer caso de maternidad subrogada o reemplazada. Sin embargo, cuando Agar ya estaba en cinta, miraba con desprecio a su ama Sarai.
El desprecio se expresa muchas veces de manera sutil, mirar sobre el hombro o mirar de arriba abajo a alguien, ignorar, desvalorizar, hacerle saber al otro que se le considera insignificante.
Le doy un consejo práctico: Nunca desprecie a su esposo, no ignore a su esposa, no haga sentir de poco valor a sus hijos, no desvalorice a sus padres. El desprecio se debiera erradicar de cualquier relación, especialmente del contorno familiar, ya que después de Dios, la familia es prioridad.