Pastora Dra. Mayra de Gómez / Ministerios «Delicados Pastos»
Cómo Dios envía una Palabra que es el punto de apoyo a la mente, corazón y vida de una mujer común y corriente, pobre, extranjera, limitada, Etc. que tiene una obligación en sus manos, la cual no puede evadir, porque está llamada a realizarla? El deber y la obligación palpita en su corazón; no hay nada que la pueda hacer desistir del llamado que el Señor le ha hecho a su vida. Y ahí está, parada frente a uno de los retos más grandes de su existencia. ¡De pronto, de la nada, de tierras lejanas viene ésta Palabra de parte de Dios!…por supuesto 100% apegada a las Escrituras (Esta es la única garantía que tenemos que es Palabra del Señor).
¿Cómo escuchar la voz de Dios?
En 1 Reyes 17:8-24, encontramos a una mujer cananea, que SEMBRÓ HARINA Y ACEITE (Materia prima para hacer el pan, que es símbolo de la Palabra de Dios transmitida con la Unción del Espíritu Santo). Ella (viuda) y al parecer su único hijo, vivían en Sarepta (entre Sidón y Tiro) que significa «ciudad de hornos». Sidón (hijo primogénito de Canaán; nieto de Cam; bisnieto de Noé) progenitor de los sidonios: con una religión degradada, centrada en Astarté y Baal (Jueces 10:6) el dios de la fertilidad; practicando sodomía, bestialidad y prostitución ceremonial. Este es el trasfondo religioso de esta viuda y su hijo.
La oración tiene poder y especialmente el poder del que escucha las oraciones.
Pero Dios envía al profeta Elías a Sarepta y le dice: «Yo le he ordenado a una viuda que te alimente» ¿Dios le habló a una mujer gentil?…¡Claro que sí!!! Él dispone de todo para sostener a los suyos. ¿Cómo no va hablarte a ti, mujer? Dios acostumbra a usar «lo débil, lo vil y menospreciado del mundo para llenarlo de honor (1 Co. 1:26,27). No hay ningún misterio, ni sacrificio al entablar un dialogo con nuestro creador…¡Así de sencillo es!! Solo háblale y Él te escucha…Él habla y tú, escucha bien lo que Él te dice.
¡Haz lo que Él te diga que hagas!
Las últimas palabras de esta viuda, en esta porción de la Palabra son muy importantes para comprender ¿Por qué Dios la llevó a sembrar harina y aceite? Ella reconoció: «Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la Palabra de Jehová es verdad en tu boca»…Palabra de Dios transmitida con la Unción del Espíritu Santo, con la facultad de hacer milagros. Ese fue el resultado de su obediencia: Elías no la encontró de perezosa, al contrario, la encontró trabajando: recogiendo leña. ¡Tienes que ser diligente, trabajadora en la obra del Señor y en todo!!! Elías le pidió agua y pan, ¡esa fue la prueba de fuego!; «..no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir» Así podemos sentirnos la mayoría de las veces, que no tenemos nada que ofrecerle al Señor. Pero el secreto está en que le entreguemos lo que Él nos pide. ¡El temor! ¡Siempre el temor!… al «qué dirán», al «futuro», a la «pobreza, al «fracaso, a la «burla»; pero Elías le dice: «No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero…» ¡Solo obedece!!.. «Y la harina de tu vasija no escaseará, ni el aceite de tu vasija disminuirá, conforme a la Palabra que el Señor ha dicho».
Y…¡No le temas al hombre!!
¡Nada como comprender lo que el Señor te dice!! Esta indicación no tiene nada que ver con.. «No temerle a los varones». Más bien tiene que ver con ¡¡Todo lo que te paraliza y te limita para continuar haciendo lo que Él te ha mandado a hacer!.
Esta viuda, sustentando al varón de Dios, se le presenta la prueba más grande que uno puede sufrir, la muerte de su hijo.. «¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?» ¡Que pasa, cuando todo está en paz y hay prosperidad, y estamos obedeciendo al Señor y llega repentinamente la prueba. ¡No hay cabida para el temor!! La oración tiene poder y especialmente el poder del que escucha las oraciones. ¡El muchacho resucita! ¡Así Dios resucitará todo lo que nosotras creemos que está muerto, para su Honra y Gloria, Amén!!