En la parábola de los talentos de Mateo 25:14-30 y Lucas 19: 11-27 aprendemos sobre el deber del creyente. En estas parábolas, Jesús urge a la gente a que no se queden con los brazos cruzados, ni desperdicien los recursos que Dios nos ha dado.
En la parábola Jesús cuenta de un señor que dio responsabilidades a cada uno de sus siervos según su capacidad. El siervo responsable por las cinco mil monedas mostro ser digno de la responsabilidad puesta sobre él, pues durante el tiempo en que su señor estuvo fuera, el invirtió bien las monedas y ganó cinco mil más. Lo mismo sucedió con el de las dos mil monedas. Estos dos siervos recibieron el doble en cambio a su buena labor. Lamentablemente, por temor, el siervo de las mil monedas no supo aprovechar la oportunidad tenía por delante. No tomó acción. Este si se quedó con los brazos cruzados.
Con respecto al mundo material, es una historia sobre el capital, la inversión, la empresarialidad y el uso apropiado de los recursos económicos. Una de las lecciones más simples de esta parábola es que no es inmoral derivar ganancias de nuestros recursos, inversión y trabajo.
Las parábolas de Jesús son vigentes hoy por hoy, y debemos aprender esas lecciones, para alcanzar la prosperidad a través del trabajo, el ahorro, la inversión, el buen manejo de nuestras finanzas.