A primera vista no parece una casa hogar, pero al ingresar, es otro mundo. Un mundo donde las personas están luchando por salir de las garras del alcoholismo y las drogas. Un mundo de historias y sueños que no han caducado, y donde la esperanza se convierte en fe, convencidos de combatir lo que un día dejaron entrar en sus cuerpos, el alcohol y la droga que recorre entre la sangre, pero con la convicción que el Creador limpiara y restaurara sus vidas.

Azucena Díaz, es una mujer de fe, convencida que las personas pueden salir adelante.
El fundador de Casa hogar «Promesa de Dios, Jairo Campos quien también lucho contra los tentáculos de los vicios, dejo un legado, ya que hace unos años partió a la presencia del Padre, hoy por hoy este hogar continua adelante, su esposa Azucena Díaz, quien es la directora, no dejó morir este proyecto que ha restaurado y transformado vidas.
Díaz, dirige un hogar donde actualmente hay más de 35 personas hombre y mujeres. «Mi esposo era alcohólico y me toco como mujer sufrir las consecuencias de ese vicio, sin embargo siempre ore y tuve fe que Dios haría algo con Él. Fue así como mi esposo fundo la primera casa hogar «El Hijo Pródigo», en ese entonces en la zona 12, pero con el tiempo nos trasladamos a este lugar con el nombre como se le conoce actualmente. No ha sido fácil pues se requiere tiempo y sobre todo la parte financiera para sostener este hogar, ya que no dependemos de ninguna institución más que de la Misericordia de Dios y de personas de buen corazón quienes nos han apoyado» expresó.
Soto, debido a su devoción incansable, su gran compasión y firme tenacidad para obedecer el llamado de Dios dentro del bajo mundo del alcoholismo y la drogadicción, muchas personas han sido rescatadas de la adicción. A pesar de ser madre soltera, junto a su hijo, se unen a los quehaceres de la casa hogar, además como buena líder sale a vender las diferentes manualidades que realizan para agenciarse de fondos y poder subsistir y cubrir los diferentes gastos que representan sostener una institución.
Con mucha fe, un presupuesto muy limitado, algunas donaciones y arduo trabajo han logrado salir adelante. Hoy en día tienen vivos testimonios cuyas vidas han sido transformadas gracias al centro de rehabilitación «Promesa de Dios». Sin lugar a dudas cada expediente que conserva esta casa hogar representa la fidelidad de un hombre que luchó por salir de los vicios y fundo dicha institución y de una mujer que se aferra al Altísimo convencida que cada persona que ingresa saldrá renovada para volver con su familia y empiecen la reinserción social.
Azucena Díaz comenta, que la visión de este centro de rehabilitación es «trabajar con la conducta y las actitudes» y para ello contamos con expertos. «Algunos ministerios cristianos vienen a compartir su tiempo, un tiempo de refrigerio espiritual», explicó.
Hombres y mujeres necesitan de una oportunidad, pero también necesitan de mucho apoyo para salir adelante, nuestros recursos son muy limitados y tocamos el corazón de los lectores que vengan a conocer este hogar, que compartan con los internos. Yo no tengo trabajo actualmente, pues estoy a tiempo completo, convencida que Dios me llamo a no solo amar a mi prójimo, sino a trabajar por mi prójimo, accionar, y a pesar que muchas veces como humano, he querido tirar la toalla, el Señor no lo ha permitido, porque cuando así ha sucedido, él me ha sostenido, dijo Azucena Díaz Soto, una mujer de fe, quien no solo perdió a su esposo, sino a sus padres y por si fuera poco perdió a su hija, quienes están con el Creador…
Los interesados en obtener más información sobre casa hogar «Promesa de Dios» y como poder ayudar pueden comunicarse al Tel.: 5140-2673 o bien pueden visitar este centro, ubicada en 7ª. Calle 0-64, Residenciales Villa Ofelia, zona 2, Villa Nueva. Si desea ofrendar puede hacerlo en Banrural 4700048823 a nombre de Ruth Azucena Díaz Soto