Pastor Edvin Ramírez / Director General Stereo Visión, Jalapa 97.1 FM
En esta ocasión continuaremos estudiando el libro de Cantares que traducido quiere decir canción de amor, nuestro tema de hoy se llama «Embriagados de amor» según el capítulo 5, para ir conociendo más veamos la conversación de los novios al inicio de su relación conyugal, sexual y familiar.
El novio: Ya estoy dentro de mi jardín, amada mía; y encuentro en él bálsamo y mirra. Allí pruebo la miel de mi panal, y bebo vino y leche.
Los Pastores: ¡Vamos, amigos, coman y beban! ¡Queden saciados de amor!
La Novia: En medio de mis sueños mi corazón despertó y alcancé a oír una voz. Era la voz de mi amado, que estaba a la puerta:
El Novio: «Amada mía; mi preciosa palomita, ¡déjame pasar! Tengo la cabeza bañada en rocío; ¡me corre por el cabello la lluvia de la noche!»
La Novia: «Pero ya me quité la ropa, ¡tendría que volver a vestirme! Ya me lavé los pies; ¡me los ensuciaría de nuevo!»
La novia: Mi amado metió la mano por un hoyo de la puerta; ¡todo mi ser se estremeció! Salté de la cama para abrirle a mi amado; ¡por las manos y los dedos me corrían gotas de perfume, y caían sobre la aldaba! Al oír la voz de mi amado, sentí que me moría. Le abrí la puerta, pero él se había marchado; ¡ya no estaba allí! Me dispuse a seguirlo: lo busqué y no lo encontré; lo llamé y no me respondió. Me topé con los guardias, con los que vigilan la ciudad; y ellos me hirieron, me golpearon, ¡y me dejaron desnuda! Mujeres de Jerusalén, quiero que me prometan que, si encuentran a mi amado, le digan que… ¡Que me estoy muriendo de amor!
Las mujeres de Jerusalén: ¿Qué tiene de especial tu amado, mujer bella entre las bellas? ¿En qué es diferente tu amado del resto de los hombres, que nos pides tales promesas?
Cuando dos personas cristianas se casan y se comprometen a estar juntas, no hay límite para el placer sexual que pueden experimentar. El sexo fue creado por Dios para la procreación y para la satisfacción sexual de la pareja.
El libro de los Cantares revela la noche de bodas del rey Salomón con su esposa.
El placer sexual se basa en la atracción del marido hacia su esposa. Esa atracción ocurre porque:
A.Ella se Mantuvo fiel y pura para él, o sea ella es como un «jardín cerrado» un «sellado manantial» (Cantares 4:12).
B.Es un huerto de manzanas, hay en él nardos y azahares (Cantares 4:13). Salomón se refiere a la madurez sexual de su esposa. Su Sexualidad lo seduce. Ella no es una fruta amarga y saborea las delicias del sexo a su lado es como probar las mejores y más deliciosas frutas.
C.Es perfumada, Salomón cita varios tipos de fragancias que lo atraían en su amada entre ellos: nardos. Azahares y otras plantas perfumadas. Posiblemente, esos aromas provienen de baños tomados afrodisiacos.
D.Ella es «manantial» del jardín de su marido, o sea, en lenguaje poético, Salomón comparaba la respuesta sexual de su amada con las aguas refrescantes y deliciosas de un manantial bendito.
Todos estos puntos son verdaderos también en relación con la esposa. Así como ocurre con el marido, ella es atraída por la fidelidad de él, por su madurez sexual, su higiene, su aroma y su respuesta sexual. La Biblia enseña que el placer y la satisfacción sexual deben ser recíprocos, es decir, uno debe complementar la alegría del otro.
En esta pareja de tortolitos podemos ver que el amor es un espíritu, es un lenguaje, que puede ser cultivado por medio de acciones o palabras, terminemos esta bella canción de amor con las palabras de la novia.
La Novia: Tan elegante es mi amado, y tan rosada es su piel, que entre diez mil hombres es fácil reconocerlo. Su cabeza es oro puro; sus cabellos son rizados y negros como un cuervo. Sus ojos son dos palomas bañadas en leche y sentadas junto a los arroyos. Sus mejillas son un huerto de hierbas aromáticas. Sus labios parecen rosas, y por ellos corre miel. Por brazos tiene un par de barras de oro adornadas con topacios. Su cuerpo es tan terso como el pulido marfil, y lo adorna un cielo de zafiros. Son sus poderosas piernas, dos pilares de mármol apoyados sobre bases de oro puro. Su presencia es majestuosa como los cedros del Líbano. Hay dulzura en sus labios; ¡es un hombre encantador! ¡Así es mi amado, mujeres de Jerusalén! ¡Así es mi amado!
El placer sexual se basa en la actitud de la esposa con respecto a su propia sexualidad. En cantares 4:16 la sulamita invita a su marido al acto sexual. Le dice ¡despierta, viento del norte! ¡ven acá viento del sur! ¡soplen sobre mí y esparzan su fragancia! ¡ven a tu jardín, amado mío y prueba tus deliciosos frutos! Ella lo desea y, como están casados, se siente libre para disfrutar la relación sexual. No siente culpa, miedo ni inseguridad.
El placer sexual se basa en la aceptación de la satisfacción sexual mutua. La descripción de Salomo en cantares 5:1 «ya estoy dentro de mi jardín amada mía; y encuentro en el bálsamo y mirra. Ahí prueba la miel de mi panal y bebo vino y leche».
El placer sexual se basa en la aprobación por Dios. Observe que en Cantares 5:1 hay una parte del coro que dice: ¡Vamos, amigos, coman y beban! ¡queden saciados de amor! «cuando la pareja recibe la bendición del Señor en el casamiento y se torna» «un solo cuerpo», no hay restricciones para ningún de los dos. El propio Dios los invita a disfrutar una relación de placer.
La invitación que hizo Dios hace Tanto tiempo a Salomón y a su esposa, la sulamita, es la misma que hace hoy a aquellos que se casan: entreguen el uno al otro enteramente, sin reservas, sin miedo, sin inhibiciones, sin egoísmo y disfruten de la exclusividad de la misma relación. Ese es el amor creado y aprobado por el Señor. Acepten su invitación: ¡vamos amigos, coman y beban! ¡queden sacados de amor! (Cantares 5:1).
Soy Edvin Ramírez y les recuerdo que el amor verdadero y el que nuca falla es el amor de Dios y ese mismo amor debes compartir con tu pareja con las instrucciones que nos enseña Jesús en la Biblia. No olviden que Jesús les ama y yo también.
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