Con el verso de Josué 1:9, el ejército y la policía además de sus familiares, ellos pueden portar estas palabras en las placas de identificación que son parte de su uniforme.
Esta idea es de un esquiador acuático, el cual apuesta «por armar en la fe a policías y militares».
Kenny Vaughn, el creador de la pieza, tuvo esta idea al colocarle las Escrituras a sus esquís después de que tuvo un accidente.
Después creo las placas y comenzó a venderlas en librerías cristianas bajo el nombre de «Escudos de Fuerza», los cuales muy pronto fueron totalmente vendidos.
A su vez, estos fueron distribuidos en las Fuerzas Armadas hasta llegar a Afganistán donde se distribuyeron más de 10.000 piezas.